domingo, octubre 18, 2009

November 13th.

Undressed in front of me,
the threes are outside.
Without the green backcloth,
their delicate bodies perform
the revelation dance. I can watch
through the window
in the neighbor's house. The winter
exposes her
life to me. I am the voyeur.
Abrasive glance, as the cold
wind, wants to know about her.
The wind wants to know about her.
The cold wants her.
Dressed, she still feels
the bareness. The blow
discloses the desire
of warmness. The winter
remembers the fragility,
the nature of her
uncovered body.

13 de noviembre

Desvestidos frente a mí,
los arboles están afuera.
Sin el telón verde de fondo,
sus delicados cuerpos interpretan
la danza de la revelación. Puedo ver
a través de la ventana
en la casa vecina. El invierno
descubre
su vida para mí. Soy el voyeur.
Abrasiva mirada, como el viento
frío, quiere saber acerca de ella.
El viento quiere saber acerca de ella.
El frío la quiere.
Vestida, ella aun siente
la desprotección. El soplo
revela el deseo
de tibieza. El invierno
recuerda la fragilidad,
la naturaleza
de su cuerpo descubierto.

martes, septiembre 29, 2009

Hojas Sueltas

Fragmentos de mi diario, sin fechas (Aunque casi estoy segura de que todos son anteriores al 2002).


La luz inclinada sobre la acera. El tic nervioso del farol que se apaga y enciende.
Quietud. Como una fotografía. Quietud.
Nublan las repeticiones.
Quietud. El vaivén sincrónico de la gente que parece haber sido practicado desde la eternidad, como las olas del mar.

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Todo, colores y olores se me avecinan a la vez que tu voz, abuelo, contándome del camino del rancho hacia aquí, de tu padre y del carbón que traían para vender.
El tiempo es el mismo. La casa donde nací. La gente es la misma, abuelos o nietos. La parada de autobús. Sólo el ruido de los automóviles.

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Las campanas que llaman a misa.
Las hojas de los árboles en lo más íntimo de las heridas, de las pérdidas, de las ausencias.
El silencio citadino aventaja en vacuidad, en soledad infinita.

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Apenas miramos hacia la ventana, nos habia parecido escuchar algo, queriamos que afuera hubiera algo que escuchar porque adentro estaba vacío, pero no pudimos encontrar calor que nos arrebatara este saco frío.

sábado, septiembre 26, 2009

Fragmentos

Fragmentos

I

El cuerpo que no se abre doloroso

Una caja Una caja rota de música

tocándose

Una caja -sobre la cama-

Una caja vacía.

desacorde.


II

Los labios del amante abiertos

Una caja Caracoles con el eco de mar

esparciéndose

Una caja -sobre el cuerpo-

Una caja artificios.

imprecisos.

jueves, septiembre 03, 2009

PIEZAS DE UNA DANZA OTOÑAL.

PIEZAS DE UNA DANZA OTOÑAL


Un día en años desde siempre

para siempre un rostro de muchacha devastado

esa imagen ahí en el mismo silencio que antes

demasiado tarde ya para un camino imprevisto

los brutales rasgos uno a uno

uno a uno los labios segados por una travesía de arrugas secas

de estaciones de sequía de hormigas rojas

lacerados de meses cortos y largos de los hijos perdidos amados

desde siempre perdidos en ese cuerpo del destierro

la mirada una fotografía perpetua eternamente sin tiempo

como un camafeo griego el retrato ese rostro premonitorio

definitivo.






A cierta distancia los movimientos: una danza

del ciruelo tibio y otoñal. Las hojas, en el viento

la dulzura de ciertos frutos añejada;

las mariposas como hojas cerradas y abiertas

las heridas; los niños hambrientos entre las guillotinas,

el campo ondulado de suave melodía de los grillos saltarines

entre sábanas de margaritas y girasoles; agitadas

celosías, tenues impulsos del ballet diario vespertino.





Equilibristas

de un circo permanente pendiente de los hilos del follaje

de los clavos las lanzas las espinas

de la carpa extendida

quietos

silábicos amantes

malabares aprendidos de memoria

sobre la cuerda paralítica

esqueletos andamios monociclos

salto mortal con tres giros

las bocas abiertas los aplausos cerrada la función y las cortinas.






Completamente abierta

-delante de nosotros,

a raudales- la habitación;

largo tiempo

sin palabra alguna;

desalentada; descalza; delgada

la historia de rejas y parques

iluminados por faroles desabridos;

esa luz de débil intensidad

sobre un triste desayuno a media tarde;

una tercer música entre las palabras

el silencio entre nosotros.


http://www.youtube.com/watch?v=AOLg_XY2cWA&feature=related

viernes, julio 24, 2009

La batalla

I
El estruendo de las herraduras chocando
hay racimos en los techos de frutas
ya no tienen forma
las mujeres van al galope
atravesar ciudadades se disponen
de pronto están calmadas
en las alcobas
en el suelo la tierra batida
a la sombra
en el espesor de las sábanas.


II
Todavía ellas
la última batalla
agarradas de los estribos
huyendo
no miran esa ciudad
ni ninguna del camino
viéndose con los ojos cerrados
hasta no parecerse a nada conocido
desvían la mirada hacia afuera

III
El viento inclina la hierba
cestos de mimbre llenos de aves
una venta de caballos de guerra
palpando los músculos de las bestias
herir y ser heridos
hacer esclavos
los cuerpos expuestos
terminantes definitivos dentro de la celda
el recinto sin más palabras
Ahí ocurre que ya no son ellas mismas
Ahí se sienta el miedo
El dolor es ahí

lunes, junio 22, 2009

ESPEJO

Él, desnudo, piensa en qué prendas debe elegir para esta noche. Por lo que ella dijo en el chat, él cree que debe gustarle a ella la ropa ajustada estilo Ricky Martin. Al salir de la ducha, se mira en el espejo del baño, le escurre agua todavía. Después de vestirse, él estará haciendo la cena. Un platillo que aprendió observando a su madre. Pero en lugar de usar el horno de gas como ella, usará el microondas, aunque le quede la carne un poco dura; le ahorrará tiempo. Mientras tanto, sentada en el sofá, su invitada, la mujer de cabello rubio y ojos grises que estarán pintados con una sombra oscura según recomienden las topmodels, no dirá palabra alguna todavía. Ella deseara encender la televisión como quien abre una ventana cerrada para respirar aire fresco, pero ese aire enrarecido y acongojado que ella creerá parte del departamento y no de su interior, no se disipará. Aun con diez ventanas abiertas ella se sentiría igual. Ella fingirá una risa con un tono de voz un poco más alto. Luego dirá algo acerca de lo que sea, quizás algo que le sucedió en el chat, o sólo dirá "qué gracioso" para que él pregunte alguna cosa acerca del “qué gracioso." Entonces, él se preguntará porque mejor no fueron a un restaurante. Al fin para qué esta haciendo todo esto, si puede quedarse solo en casa frente al computador, disfrutar de una pizza y tener sexo en una página web. Y si acaso quisiera conversar de algo interesante con una chica, buscaría a la de la página del círculo de filosofía, porque su maniquí de piernas largas sólo conoce de publicidad. Él seca su rostro con la toalla, se acerca al espejo y ve un barro en su barbilla, lo exprime y pone algo de pomada contra granos, le parece también que su piel está demasiado pálida y debería ir pronto a la playa o al menos comprarse una de esas cremas de bronceado automático.