lunes, junio 22, 2009

ESPEJO

Él, desnudo, piensa en qué prendas debe elegir para esta noche. Por lo que ella dijo en el chat, él cree que debe gustarle a ella la ropa ajustada estilo Ricky Martin. Al salir de la ducha, se mira en el espejo del baño, le escurre agua todavía. Después de vestirse, él estará haciendo la cena. Un platillo que aprendió observando a su madre. Pero en lugar de usar el horno de gas como ella, usará el microondas, aunque le quede la carne un poco dura; le ahorrará tiempo. Mientras tanto, sentada en el sofá, su invitada, la mujer de cabello rubio y ojos grises que estarán pintados con una sombra oscura según recomienden las topmodels, no dirá palabra alguna todavía. Ella deseara encender la televisión como quien abre una ventana cerrada para respirar aire fresco, pero ese aire enrarecido y acongojado que ella creerá parte del departamento y no de su interior, no se disipará. Aun con diez ventanas abiertas ella se sentiría igual. Ella fingirá una risa con un tono de voz un poco más alto. Luego dirá algo acerca de lo que sea, quizás algo que le sucedió en el chat, o sólo dirá "qué gracioso" para que él pregunte alguna cosa acerca del “qué gracioso." Entonces, él se preguntará porque mejor no fueron a un restaurante. Al fin para qué esta haciendo todo esto, si puede quedarse solo en casa frente al computador, disfrutar de una pizza y tener sexo en una página web. Y si acaso quisiera conversar de algo interesante con una chica, buscaría a la de la página del círculo de filosofía, porque su maniquí de piernas largas sólo conoce de publicidad. Él seca su rostro con la toalla, se acerca al espejo y ve un barro en su barbilla, lo exprime y pone algo de pomada contra granos, le parece también que su piel está demasiado pálida y debería ir pronto a la playa o al menos comprarse una de esas cremas de bronceado automático.