martes, septiembre 29, 2009

Hojas Sueltas

Fragmentos de mi diario, sin fechas (Aunque casi estoy segura de que todos son anteriores al 2002).


La luz inclinada sobre la acera. El tic nervioso del farol que se apaga y enciende.
Quietud. Como una fotografía. Quietud.
Nublan las repeticiones.
Quietud. El vaivén sincrónico de la gente que parece haber sido practicado desde la eternidad, como las olas del mar.

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Todo, colores y olores se me avecinan a la vez que tu voz, abuelo, contándome del camino del rancho hacia aquí, de tu padre y del carbón que traían para vender.
El tiempo es el mismo. La casa donde nací. La gente es la misma, abuelos o nietos. La parada de autobús. Sólo el ruido de los automóviles.

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Las campanas que llaman a misa.
Las hojas de los árboles en lo más íntimo de las heridas, de las pérdidas, de las ausencias.
El silencio citadino aventaja en vacuidad, en soledad infinita.

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Apenas miramos hacia la ventana, nos habia parecido escuchar algo, queriamos que afuera hubiera algo que escuchar porque adentro estaba vacío, pero no pudimos encontrar calor que nos arrebatara este saco frío.

sábado, septiembre 26, 2009

Fragmentos

Fragmentos

I

El cuerpo que no se abre doloroso

Una caja Una caja rota de música

tocándose

Una caja -sobre la cama-

Una caja vacía.

desacorde.


II

Los labios del amante abiertos

Una caja Caracoles con el eco de mar

esparciéndose

Una caja -sobre el cuerpo-

Una caja artificios.

imprecisos.

jueves, septiembre 03, 2009

PIEZAS DE UNA DANZA OTOÑAL.

PIEZAS DE UNA DANZA OTOÑAL


Un día en años desde siempre

para siempre un rostro de muchacha devastado

esa imagen ahí en el mismo silencio que antes

demasiado tarde ya para un camino imprevisto

los brutales rasgos uno a uno

uno a uno los labios segados por una travesía de arrugas secas

de estaciones de sequía de hormigas rojas

lacerados de meses cortos y largos de los hijos perdidos amados

desde siempre perdidos en ese cuerpo del destierro

la mirada una fotografía perpetua eternamente sin tiempo

como un camafeo griego el retrato ese rostro premonitorio

definitivo.






A cierta distancia los movimientos: una danza

del ciruelo tibio y otoñal. Las hojas, en el viento

la dulzura de ciertos frutos añejada;

las mariposas como hojas cerradas y abiertas

las heridas; los niños hambrientos entre las guillotinas,

el campo ondulado de suave melodía de los grillos saltarines

entre sábanas de margaritas y girasoles; agitadas

celosías, tenues impulsos del ballet diario vespertino.





Equilibristas

de un circo permanente pendiente de los hilos del follaje

de los clavos las lanzas las espinas

de la carpa extendida

quietos

silábicos amantes

malabares aprendidos de memoria

sobre la cuerda paralítica

esqueletos andamios monociclos

salto mortal con tres giros

las bocas abiertas los aplausos cerrada la función y las cortinas.






Completamente abierta

-delante de nosotros,

a raudales- la habitación;

largo tiempo

sin palabra alguna;

desalentada; descalza; delgada

la historia de rejas y parques

iluminados por faroles desabridos;

esa luz de débil intensidad

sobre un triste desayuno a media tarde;

una tercer música entre las palabras

el silencio entre nosotros.


http://www.youtube.com/watch?v=AOLg_XY2cWA&feature=related