miércoles, marzo 19, 2008

Historia rota (poema)

Historia rota

La boca llena de arena,
las preguntas impronuciadas
vagas como los sueños,
no podian tomarse con los labios
cubiertos de fina capa de sal,
la playa de guijarros.
¿Quién decidió ahorrarse las frases gastadas
las frases de tres lagrimas
de quizás sea lo mejor
y quedarnos en silencio?
Entonces sólo se trataba de distinguir,
de acariciar la figura contigua como si existiera dentro.

La historia rota fue una paradoja interminable:
mirar hacia delante de tanto mirar atrás.
Ahogados en el tiempo sin tiempo,
en la tristeza de lo que no se sabe,
en el pasado que no necesita moverse,
piedra viva, un asunto no concluido.

Masiva quietud. Viento ineludible.

Un amor arrastrado al purgatorio,
sin sombra,
sin caligrafía,
sin esperanza.
La obscuridad del paisaje muerto.
La brisa extranjera escribiendo temblorosa,
diciendo tu nombre,
persuadiendo al destino corregido de dar otra oportunidad,
lujuria reivindicando al amor;
pero el dolor impertinente llegó.

martes, marzo 11, 2008

SIN TÍTULO (POEMA)

SIN TÍTULO

De golpe
me arrojo
con mis brazos extendidos
hacia tu cuerpo
así desnudo
agua hacia tu boca
tan absoluta
con mi regazo
y vestido abiertos

de espaldas
lentos
sin vacío

y al tiempo
con tus manos
me aprietas a ti
cerramos los ojos
comienzo a susurrarte
la realidad empieza a desdibujarse
te murmuro
tu sueño
dejo correr el tiempo
y voy leyéndote los mapas de la piel.

martes, marzo 04, 2008

Entretiempo (poemas)

Entretiempo


El viento la arrastra,
la empuja ondulante por la ciudad
-humo como niebla-
la hace crujir, gruñir, gritar,
fragmentarse en polvo sin que nos demos cuenta.

AUSENCIA (poemas)

AUSENCIA

El espacio quieto de tu cuello
antes de tocarlo, el temblor, la oscuridad
misericordiosa, la duda inquebrantable.

Carne contra labios, dulce carne,
las redes condenan al pasado.

El secreto imposible,
el sueño que no llega,
la habilidad para envolverte
en mi pierna sin ser visto,
la habilidad para hacer sentir
la ausencia sin partir.

¡Cómo te quiero! (narrativa)

¡Cómo te quiero!

¡Cómo te quiero!, lo dije con voz casi inaudible, es un alivio que no lo hayas escuchado o no sé si debo pensar que es una pena, simplemente es mejor así.... tú sólo sigue en la regadera, mientras pienso en ti.

¿Te parece difícil entender que alguien se una a los manifestantes sólo por simpatía?, ¿En serio?, ¿Ni siquiera entiendes porqué alguien puede convertirse en un revoltoso?, ¿Crees que es gente que no tiene nada mejor que hacer?, ¿Tampoco comprendes cómo alguien puede interrumpir estrepitosamente en la iglesia?, ¿O cómo alguien puede correr desesperadamente por la avenida, correr sin tener dirección, correr sin parar, sin tener en mente ningún lugar, sólo el impulso de correr con la respiración como atorada entre ramas y la voz que sale deja de ser un grito apenas un sonido, mejor dicho como si fuera más bien un ladrido, no una voz humana? ¿Crees que no deberían de hablar de injusticia, injusticia es enmugrar la ciudad y ocasionar embotellamientos cuando tú tienes prisa por llegar a la oficina?. Es cierto, tienes razón.

Para mí no es tan difícil, sé que seré uno de ellos, uno de esos desesperados que tú no entiendes. Seré yo el que corra de un lado a otro como un loco, el día que tú me llames y a través del auricular digas que me dejas. Esa noche desearé sentirme como antes de conocerte, como antes de creer ingenuamente que te conocía como ningún otro hombre lo haría. Antes de que dijeras que hay otro hombre aunque yo no lo pregunté, antes de que dijeras que había habido otros. Antes de que me dejaras un tiempo compartido y simplemente dijeras que las cosas siempre cambian. Antes de la ira en la garganta: tu cuerpo y el de un extraño, otro, no yo. La ira y el impulso de tomar tu cuello delgado, de apretarlo, de ver tus ojos cerrarse con la esperanza de que así acabe el dolor, cerrar esos ojos tuyos y olvidarlos. Luego saldré corriendo de la casa, sin importar la hora, al lugar que sea, y tú seguirás igual, no me entenderás, pensarás qué insensatez, estarás convencida de que tuviste razón en dejarme. Esta bien tú eres así y yo....mírame, te llevo la toalla al baño, la has olvidado en la cama.

¿Ana, en la desesperación o el miedo correrías hacia el dios de la violencia? ¿Levantarías un bate de béisbol como arma? ¿Conducirías una camioneta a alta velocidad? ¿Arrollarías a hombres y mujeres que se te pusieran al paso, gritando Hijos de su Santa Tolina de Atocha, más aún con un par de uniformados por la espalda, con sus motocicletas corriendo velozmente tras de ti?, ¿Ana, no podrías hacer algo así?, yo tampoco, ¿Tampoco harías algo como la pareja que vimos en el café?

Tocan a la puerta, observo el marco pero no hay siluetas ni pies en el resquicio, tú ni te inquietas, entonces creo que lo imaginé, te miro otra vez mientras te vistes con el vestido azul que es mi favorito.

¿Entonces sí recuerdas a la pareja, a esos que salieron sin pagar y que además aprovecharon la oportunidad para tomar el efectivo de las propinas de otras mesas?. A ese hombre lo vi hoy en el parque, estaba solo, lo vi jalando algo de entre los arbustos, luego vi que era un cachorro, paso cerca de mí, y escuche que le llamaba cariñosamente bofy; unos minutos después me encontré con un chico y su padre buscando al cachorro. ¿Qué a qué hora fue eso?, como a las seis, antes de venir a verte, como siempre puntual, para ver si funciona lo de domesticar, ¿qué ya no te diga tantas cosas raras? esta bien ya no lo haré, eso sólo lo entienden el principito y el zorro, no, no te dije zorra.