miércoles, julio 07, 2010

GEOGRAFÍA INTERIOR

GEOGRAFÍA INTERIOR

I

De la ciudad, el ruido rabioso resulta tan próximo, pronto penetra

se queda en los oídos

como la canción pegajosa de la radio, resuena, reverbera

como en una caja vacía, como una caja vacía

como esa otra región de la vida

de las palabras evitadas, dejadas en el estanque

como una piedra que se hunde sin hacer eco ni onda ni hueco

como el silencio de los que siempre hablan.

II

Ella con la pierna cruzada, desnuda, se acaricia el perfume del cabello

mientras el parásito melancolía avanza entre los senos, lame la sal que no brota

recorre la brusca geografía de los recuerdos anatómicos

anda por vacíos vanos y escollos; barreras, periferias, muslos

y ella suplicio recuenta cada paso de labios en el espejo

busca la métrica perfecta: una lengua del ombligo a la costilla, un cuadrado de piel

cierra los ojos, sin prisa aparece un color de sangre venosa bajo el rímel en los párpados

entretanto en las calurosas irremediables sábanas, el silencio: su amante persistente.

III.

La luz en el buró ilumina insoportable inevitablemente

el desierto de la cama a la puerta,

él camina sudoroso sediento, hacia la salida

la sal que cae de su cuerpo va formando una ruta intransitable

atajada por senderos sordos y monólogos inconclusos

sus propios pasos se alejan de él

en el baño, un chorro de agua flácido y flaco resbala

el dolor fluye como bullicio de un descolorido mercado

su humedad se pega a las comisuras de los temblorosos labios

mientras de una hendidura gotea sangre roja mancha uno de los pies

sin calmar la sed, el silencio de los otros, afuera.












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